Tras el éxito del formato teatral, Microteatro por dinero, en el año 2010, se estableció con el mismo nombre, ya como espacio permanente, en la calle Loreto y Chicote. Como participante original de aquella experiencia y socio de su actualización, el autor y director participa por primera vez en el mismo con esta polémica y dura historia que jugaba con el deseo, la venganza y el negocio de la venta de órganos, como ejes que la vertebraban. Para la misma, contó con la actriz que hoy por hoy ocupa el lugar de gerente del lugar, Verónica Larios, en un personaje visceral y arrebatado; en el lado masculino, el fundamental Jesús Gallo, que se convertiría en chico DeLaTorre en varios de sus trabajos, dejaba una impronta actoral de las que ponen los pelos de punta. Una obra que marcaba el inicio de toda la época teatral del autor.