El caso de Chicas de cabaret fue algo peculiar, llegando a variar hasta de nombre, en un formato que cambió la obra de arriba abajo. Nacido para el espacio escénico Microteatro por dinero, en su sesión golfa, e interpretada por Geli Albaladejo, que se mantuvo en todo su periplo por los diferentes teatros de la ciudad donde fue representada, y Nerea Moreno, otra de las musas del director Javier DeLaTorre, y cuyo controvertido cover fue su otro muso, Jesús Gallo, en un más difícil todavía en su interpretación de un travesti -muy fuerte y maravilloso-, de ahí pasaría, aun en su mismo formato a El sótano de la graciosa, ya interpretado por esa otra maravillosa actriz y coreógrafa que es Sonia Dorado. Ya después, se convirtió en un burlesque titulado Vedette más que vedette!,en el que se incorporó la música en directo al piano del simpar Luis Prado, la coreografía ampliada de Sonia Dorado y todo el magnánime saber hacer de Hugo di Perna en el vestuario. El resultado pudo saborearse en dos espacios de la capital donde el teatro fue el rey: Teatro del Arte y el Teatro Arenal. Cantaron, gozaron, fueron muy vedettes… y triunfaron. El show business no puede parar nunca…